martes, 4 de marzo de 2014

Nuestra voz

Este 8 de marzo
Compartimos luchas, iniciativas y propuestas comunes para mejorar la economía y la vida de las mujeres

Con el mismo espíritu que surgimos como organización y con el que seguimos trabajando a lo largo de las dos últimas décadas para construir visiones y propuestas alternativas a un sistema capitalista, que con sus estructuras y planteamientos teóricos, como  la economía,  excluyen y violentan la vida de las mujeres,  esperamos a partir de hoy, usando este medio, ir ampliando las vías para continuar y enriquecer nuestros debates y compartir las nuevas reflexiones que surgen tanto de la experiencia de la actuación política de nuestras compañeras desde los diferentes espacios desde donde actúan.

Pretendemos que éste sea un espacio para informarnos, compartir iniciativas y luchas, así como  dialogar entre mujeres de las organizaciones populares, investigadoras y de las instituciones que están trabajando en este espacio. Y queremos que nos vayan acompañando muchas mujeres jóvenes, porque  nuestro feminismo tiene  el rostro de las mujeres campesinas, obreras, de las clases medias, mujeres de las ciudades y del campo y de distintas edades.

Estamos llegando a todas ustedes en el marco del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, y como desde cuando nació, en 1983 , el Colectivo Canto a la Vida, formado por organizaciones feministas y del movimiento de mujeres, y del cual, en esta oportunidad hemos desempeñado la coordinación como Género y Economía,continúa avanzando, resistiendo y construyendo, para lograr la igualdad entre las mujeres. 

En tal sentido, las demandas al Estado contenidas en el pronunciamiento público son bastante elocuentes y responden al sentir de las mujeres, que ven recortados y vulnerados sus derechos, conquistados palmo a palmo mediante una lucha permanente. 

Como Género y Economía, hacemos eco de estas exigencias, necesarias para que las mujeres podamos ejercer plenamente nuestra ciudadanía: el reconocimiento del trabajo de las mujeres, el trabajo doméstico y del cuidado, históricamente invisibilizasos y su aporte a la economía del país, el aumento del salario mínimo y una retribución justa de la riqueza que incluya y favorezca a las mujeres.  
Los retos por una sociedad más justa y equitativa que tenga como finalidad la sostenibilidad de la vida humana, que requiere cambios reales  son enormes, más aún cuando ésta tiene una deuda enorme con las mujeres,  que seguimos  trabajando y  luchando, dando ejemplo de que otros modos de vivir son posibles,  todos los días.